7 maneras en que tu perro te hace mejor persona
Estar cerca de tu querido cachorro no sólo te hace feliz. Te hace mejor persona. La forma en que te acercas a tu perro y lo cuidas tiene más efectos en ti de lo que crees. Ser un buen dueño te ayuda a cambiar hábitos y perspectivas para mejor, así que aquí tienes siete maneras en las que tu perro te hace mejor persona.
1. Te vuelves más responsable
Aunque seas (probablemente) un adulto hecho y derecho, aunque creas que ya has aprendido lo básico de la responsabilidad, hay algunos efectos secundarios impresionantes del compromiso que demuestras al cuidar de tu perro. Por supuesto, hay que darle de comer y sacarlo a pasear, pero tener un perro también te ayuda a adoptar una rutina. Ser responsable de un perro implica flexibilidad y te mantiene en marcha incluso cuando no quieres levantarte de la cama en una mañana fría y nevada. Por mucho que quieras tirarte en el sofá después de un duro día de trabajo para relajarte, sabes lo importante que es para tu perro que lo saques a pasear. Usted cuida de su perro, abasteciéndose de los mejores alimentos y golosinas, incorporando a su cachorro a su rutina y siendo flexible por si surge algún imprevisto y su cachorro necesita algún día cuidados y atención adicionales.
Al reconocer y responder a las necesidades de tu perro, tanto rutinarias como aleatorias, aprendes a preocuparte y centrarte sistemáticamente en una tarea prioritaria. En otras palabras, sí, ¡tu perro te ha enseñado todo sobre la responsabilidad!
2. Te comunicas mejor
Dominar realmente el arte de saber lo que dice su perro es una proeza en sí misma. Saber buscar los signos y señales específicos que le da su perro le indica cómo se siente y cuáles son sus necesidades en cada momento. Cuanto más tiempo dedique de forma activa e intencionada a detectar e interpretar estas señales sutiles, más probabilidades tendrá de notarlas en su perro con regularidad.
Aunque el lenguaje corporal de los perros es muy distinto del de los humanos que hablamos y escribimos, aprender a reconocer estas comunicaciones en su perro también facilita la captación de señales sutiles de las personas que le rodean. Puede que prestes un poco más de atención a cosas como el lenguaje corporal y el tono de voz. En otras palabras, aprendes a buscar automáticamente la comunicación más sutil.
Cuando se trata de contestar a su perro, una buena capacidad de comunicación es muy importante. Las sesiones de adiestramiento tienen mucho más éxito. Su perro aprende trucos más rápidamente con una comunicación más clara. Aprender a dar instrucciones claras y reconocer su proceso de pensamiento y sus acciones en todas las especies es una hazaña increíble, ¡y también es genial cuando se aplica a tus compañeros humanos!
Por supuesto, usted (probablemente) no está enseñando a su compañero de trabajo, su cónyuge o su hijo a sentarse y sacudirse, pero los aspectos de la comunicación clara siguen siendo válidos. Decirle a su perro que haga un truco una y otra vez no funciona. Se aprende que, en lugar de limitarse a repetir un objetivo, se pueden dar instrucciones claras y concisas y eliminar cualquier palabrería innecesaria. Aprendes a cometer un error en el proceso y a ajustar tu enfoque para facilitar el éxito al enseñar una nueva habilidad. Cuando su perro (o una persona) no entienda algo, le resultará más fácil identificar los errores de comunicación e incluir nueva información que antes no pensaba compartir. Por último, aunque sólo sea por reconocer que los demás no siempre saben lo mismo que usted, trabajar juntos para salvar esa distancia es eficaz en cualquier especie.
3. Mejoras tu paciencia y tu perdón
Sin embargo, cuantas más veces decida respirar hondo y ofrecer a su cachorro la oportunidad de hacerlo mejor, más probabilidades tendrá de demostrar autocontrol en otras situaciones en el futuro. Esto no sólo se aplica a tratar con un perrito que aún no ha madurado. Ejercitar el autocontrol y la paciencia con su perro se traslada fácilmente a otros ámbitos de su vida. Puede que se vuelva más tolerante ante situaciones complicadas, como el mal funcionamiento de una impresora en el trabajo o la caída de un plato al suelo. Mantendrá la cabeza un poco más equilibrada y, en lugar de perder tiempo y energía enfadándose, empezará a pensar en cómo resolver los problemas que se le presenten. Aguantar los golpes hace que la vida sea mucho más fácil.
Tu perro también te enseña a perdonar. Los ojos de cachorro ayudan, sin duda, y es difícil seguir enfadado con un cachorro que sinceramente no sabía que había hecho algo mal. Si practicas la paciencia y el perdón con tu perro, consolidarás ese concepto y es más probable que afrontes otras situaciones de tu vida de la misma manera.
4. Tiene mejor ejercicio y salud mental
Parte de ser un excelente dueño de perro es asegurarse de que éste hace suficiente ejercicio. ¡Que le dé el sol! Sé que si no fuera por mi perro Cookie, probablemente no saldría a tomar el aire con regularidad. Obviamente, cuando sacas a pasear a tu perro, tú también te beneficias del ejercicio. Hoy en día, hay que aprovechar cualquier oportunidad para moverse y estirar las piernas. Los paseos con su perro son también una gran oportunidad para pasar tiempo en la naturaleza. Salir a pasear por una zona bonita hace maravillas para la salud, así que pasear al perro es estupendo en más de un sentido.
Tu perro también supone un gran estímulo para tu salud mental. Acariciar y mimar a tu perro libera endorfinas en el cerebro que te ayudan a sentirte más feliz y tranquilo. Te ayuda a centrarte en el aquí y el ahora y te recuerda que debes bajar el ritmo durante un rato. Tener un perro también ayuda a protegerse de la soledad. No es divertido estar solo, pero la soledad también se ha relacionado con un mayor riesgo de depresión y otras enfermedades mentales. Cuando su perro actúa como su fiel compañero, los beneficios son mucho mayores de lo que podría haber pensado. Por último, pasar tiempo con el perro aumenta la atención plena. Disminuyes el ritmo y te desprendes de todo lo que te preocupa, aunque sólo sea por un rato. Esto reduce los niveles generales de estrés, lo que también mejora la salud.
Los dueños de perros también suelen gozar de mejor salud física en general. Tienen menos estrés, menor riesgo de problemas cardiovasculares y, en las personas mayores, mejores habilidades cognitivas y sociales. Incluso suelen tener una vida más larga. Todo por el módico precio de un poco de comida para perros y mimos, sin duda es una compensación fantástica.
5. Aprendes la importancia del juego
Es fácil caer en la rutina diaria. Levantarse, prepararse para ir a trabajar, trabajar durante 8 horas, volver a casa e intentar relajarse hasta acostarse. A veces sentimos que tenemos que renunciar a cosas que nos gustan para tener éxito, o simplemente para terminar todas nuestras tareas del día. Nos sobrecargamos con nuestras listas de tareas pendientes y permitimos que las llamadas y los correos electrónicos relacionados con el trabajo invadan nuestro tiempo libre, lo que hace que nos vayamos a la cama con la sensación de no haber fichado nunca.
No es lo mejor, ¿verdad? Por suerte para ti, tener un perro cerca es un generoso y constante recordatorio de lo que es vivir el momento. Nos enseña lo importante que es dedicar tiempo a la diversión. Es una forma estupenda de justificar que dediquemos unos minutos más a jugar al tira y afloja. Puede que dediques un poco más de tiempo a enseñar nuevos trucos a tu cachorro. Incluso darle unos mimos extra mientras estás sentado en el sofá puede recordarte los pequeños grandes momentos de la vida y lo importantes que son. Aunque te sientas obligado a renunciar al tiempo libre que tenías antes, tu perro siempre estará en lo alto de la lista de prioridades y te asegurará que sigues teniendo unos minutos cada día reservados para estar con un amigo cariñoso.
Tu perro también hace que sea más fácil encontrarle la gracia a las pequeñas situaciones. Puede que a otra persona le dé asco pensar en las babas de su perro, pero usted simplemente se ríe y bromea sobre lo excitado que debe estar su cachorro. Cuando oiga eructar a su perro, no podrá evitar reírse porque ese extraño ruidito nunca pasa de moda. Incluso ver cómo las orejas de tu perro se levantan cuando oyen esa palabra tan especial. "¡Fuera!", gritas mientras tu perro contonea todo el cuerpo, emocionado y apenas capaz de contener su expectación. Hay que aprovechar cualquier oportunidad para sonreír. Y nuestros perros nos brindan innumerables oportunidades de divertirnos.
6. Mejoras tu autoestima
Por muy acomplejado que estés, sabes que tu perro no te juzgará. Aunque no tengas la última tecnología, el mejor sentido de la moda o incluso si te comes los burritos de lado. Tu perro ni siquiera sabe qué tonterías humanas pueden hacerte sentir mal. Lo único que sabe es que te quiere.
Trabajar con su cachorro es una forma estupenda de mejorar su propia confianza. Cuando su perro aprende nuevas palabras y lo que significan, se siente más autosuficiente. Enseñar a tu perro a enfrentarse a situaciones nuevas es también un gran estímulo para su comodidad y confianza. Y lo mismo puede decirse de usted. Aprender a comunicarte mejor con tu perro, reconocer sus necesidades, enseñarle nuevas habilidades o incluso sentirte bien por todas las palmadas que le das en la cabeza puede ayudarte a mejorar tu autoestima.
Además de trabajar con tu cachorro, el simple hecho de saber que siempre puedes contar con que tu perro te sonreirá al final del día puede ayudarte. Puedes aprender a olvidarte de algunas de las tonterías que normalmente te ponen nervioso o te hacen sentir cohibido y centrarte en lo increíble que tu perro cree que eres.
7. Te enseña a amar incondicionalmente
¿Qué le ha enseñado su perro?
Ya sea algo de esta lista o una nueva lección que hayas aprendido de tu perro, ¡nos encantaría saberlo! Gracias de nuevo por leer, mantente feliz y sano, ¡y espero escribir para ti la semana que viene!